De narradores anda el juego (1)

Hace unas horas hablaba con un amigo sobre la dificultad que supone la elección del narrador cuando nos disponemos a escribir nuestra historia y sobre si él había acertado con la suya: dos narradores en primera persona.

He aquí uno de los grandes dilemas del autor: la elección del narrador. Y es que no se trata de algo baladí: una novela a priori genial puede no funcionar nunca y resultar un auténtico fiasco únicamente por una elección desafortunada en lo que a narrador se refiere.

Lo cierto es que, en mi humilde opinión,  no existen leyes universales aplicables al tema que nos ocupa: la elección dependerá de lo que pretendamos contar, cómo pretendamos hacerlo, qué estamos dispuestos a desvelar al lector sobre la trama, qué pretendemos que el lector sienta hacia el protagonista y, por supuesto, de con qué narrador o narradores nos sintamos más cómodos cuando escribimos, entre otras cosas.

Soy un férreo defensor de que antes de embarcarnos a escribir cualquier proyecto (especialmente si se trata de una novela) hay que abordar muchos puntos para que la narración nos sea más fácil y, sobretodo, resulte coherente. Creo que, básicamente, pueden resumirse en los siguientes:

  • Creación de los personajes. Establecer las relaciones entre ellos.
  • Documentación.
  • Descripción de los espacios y las atmósferas. Si se trata de una novela de fantasía, crear el mundo, describir lo más importante y crear todos los espacios que van a verse.
  • Resumen de la trama.
  • Preparación de la escaleta; colocar los giros argumentales y repartir la trama y subtramas.
  • Elección del narrador.

Si previamente a la escritura de nuestra obra hemos trabajado sobre los puntos anteriormente citados, la elección del narrador nos será un poco más fácil (sólo un poco). Al haber creado un esquema de nuestro proyecto, podremos valorar qué tipo de narrador nos interesa más para narrar lo que va a acontecer. Debo aclarar ahora que las clasificaciones de narradores pueden variar según los criterios que se seleccionen; yo voy a explicar la que, considero, es más común y simple; la que aprendí tanto en la escuela como en los cursos de escritura a los que he asistido.

Pero ¿entre cuántos narradores podemos elegir?

Calma. Antes de ver de cuántos narradores disponemos a nuestro alcance, debemos tomar ya una primera decisión: ¿nuestro narrador lo sabrá todo? Así pues, deberemos decidir si vamos a trabajar con uno de estos dos narradores:

  • Narrador Omnisciente. El narrador conoce todos lo relacionado con la narración. Puede escoger ser o no objetivo y puede elegir o no influir o «aleccionar» al lector (aunque soy de la inmensa mayoría que defiende que ya no estamos en el siglo XIX para aleccionar a nadie). Expone y comenta las acciones de los personajes, los acontecimientos que se desarrollan, se interna en los personajes, accediendo a sus pensamientos, incluso a los más íntimos, en sus estados de ánimo y en sus sentimientos. Posee el don de la ubicuidad, cosa que le permite dominar la totalidad de la narración, accediendo incluso al futuro y al pasado. Normalmente utiliza la tercera persona, ya sea del singular o del plural.
  • Narrador no Omnisciente. Contrariamente al narrador omnisciente, este narrador no conoce la totalidad de lo que acontece, ni los pensamientos, estados de ánimo o sentimientos de los personajes; tampoco tiene el porqué tener acceso al pasado y/o al futuro.

Una vez tomada esta primera decisión, debemos abordar el tema del punto de vista. ¿El narrador va a focalizar su atención en un personaje en concreto? ¿En sólo unos elegidos? ¿No va a hacer distinciones? El punto de vista permite que el lector perciba de una determinada forma lo que acontece. Quizá lo más simple es imaginar que el narrador es como una cámara: según dónde coloquemos la cámara, veremos únicamente lo que ve el protagonista (imaginemos que lleva colgada una GoPro), veremos todo, incluso lo que no puede ver el protagonista (la cámara ofrece un plano súper abierto de toda la escena) o bien veremos la acción desde el punto de vista sólo de unos cuantos (los personajes se irán pasando la GoPro de vez en cuando). Debemos elegir cuidadosamente el punto de vista que vamos a tomar, pues según el que escojamos tendremos limitaciones y unas características específicas en cuanto a cómo podemos narrar la historia.

Una vez hayamos decidido también esto, tocará escoger, al fin, qué narrador vamos a usar para escribir nuestro proyecto. En el próximo post abordaremos los diferentes tipos de narrador.

Y tú. ¿qué opinas sobre la elección del narrador?

Photo by Kat Stokes on Unsplash

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